En este cuadro se encuentra la figura metálica de un buda sentado,una de las representaciones más icónicas y reverenciadas en el budismo.Se caracteriza por su postura de loto, en la que las piernas están cruzadas y los pies descansan sobre los muslos opuestos.
Su figura representa la meditación y la conexión con la iluminación espiritual y transmite un mensaje profundo de serenidad, sabiduría y tranquilidad interior. El Buda Sentado tiene una expresión facial calmada y serena, con los ojos generalmente semicerrados o cerrados para indicar la introspección y la conexión con el mundo interior.
Esta imagen transmite una sensación de paz interior y equilibrio espiritual. Su imagen representa la búsqueda de la iluminación a través de la práctica de la meditación y la introspección. Es un recordatorio de la importancia de encontrar momentos de quietud y reflexión en medio de las distracciones y preocupaciones de la vida cotidiana.